1 de Mayo: derrota y aprendizaje del movimiento nacional

La primera etapa emancipadora surge en los albores de la Patria desde el rechazo a las invasiones inglesas, el 25 de mayo 1810, las luchas independentistas, el 9 de julio 1816 hasta la derrota del partido morenista.

El segundo período corresponde al Yrigoyenismo; un tercer momento de avance fue representado por el peronismo, desde su gestación el 4 de junio 1943 hasta el 55 y su segunda parte del 73 al 76.

Ya en el siglo XXI, tuvimos un cuarto momento de avance durante la década kirchnerista.

Cuatro períodos históricos de ofensiva popular en más de 200 años de historia, que terminaron con una gran frustración y derrota, teniendo que volver a empezar de cero o más atras y cada vez peor, con una pérdida enorme de derechos, vaciamiento del Estado y destrozo de la Soberanía.

Qué nos demuestra la derrota de cada período de avance popular?

Simplemente que cada ofensiva en cada oportunidad histórica diferente, no transformó la estructura monopolica-latifundista, fundamento material y espiritual del poder dominante en estas tierras, el cual siempre terminó abortando aquellos intentos de redistribuir la riqueza, el desarrollo de un Estado de fuerte auto-determinación, para controlar los abusos de los monopolios, que nunca fueron controlados y desarticulados a lo largo de nuestra historia "independiente".

La gran diferencia con los últimos tiempos es que el vaciamiento de ideas emancipadoras y populares, complementado con la propaganda ideológica antinacional y el sentido común del enemigo, impuesto en las cabezas de los trabajadores, produjo que en dos oportunidades votemos por nuestros propios verdugos, Macri y Milei.

Lo que antes lograban por la fuerza, ahora lo han conseguido con el triunfo del pensamiento colonial sobre vastos sectores de un pueblo alienado que se hiere asimismo.

La presente derrota electoral que sufrimos en carne viva, es mucho más problemática, porque cuando el Yrigoyenismo se "alvearizó" en la primera "Década Infame", apareció el peronismo como continuidad y resurgimiento del Movimiento Nacional latente, mientras que hoy, después de genocidio político (1976), la burocratizacion del peronismo-vaciamiento ideologico y claudicación politica, después del genocidio económico o menemismo (1990), nunca impulsó o pudo reproducir una fuerza popular de recambio como el ave fénix en la Patria. La primavera neo-yrigoyenista del kirchnerismo (2004), tampoco alcanzó, pues si bien súper estructuralmente produjo importantes avances, dejó indemne la secular base material, estratégica monopolica y latifundista del poder colonial-imperial que gobierna el país desde 1811.

Por lo mismo y en el marco de la tragedia nacional que vive nuestro pueblo, las fuerzas nacionales supervivientes del naufragio, tienen la patriótica obligación, no solo de gestar una profunda autocritica hacia adentro, sino de poner en marcha, convocando a la lucha sin tregua, una vigorosa síntesis política que, -tomando aquellas fallidas experiencias derrotadas- ponga en marcha la rueda de la historia. De su continuidad y avance depende nuestro futuro como Nación, para no evitar una nueva frustración.

Por eso, en este 1° de Mayo, el nuevo período de avance del Movimiento Nacional deberá ser liderado y conducido por los mejores representantes de nuestros intereses como clase obrera y popular, que hasta ahora nunca fue dirección política. En esta coyuntura peligrosa para el destino nacional, no sólo es cuestión de ser columna vertebral, sino cabeza y conducción del Movimiento Nacional. 

Para finalizar, traigo a colacion aquella gran frase del maestro Norberto Galasso, que desnuda las limitaciones de las direcciones burguesas y burocráticas del Movimiento Nacional:

"Cuando los movimientos nacionales se estancan y retroceden, abren la puerta a la restauración conservadora".

San Miguel de Tucumán 1 de Mayo de 2024

Yépez, es licenciado en Pedagogía y Doctor en Ciencias Sociales.