La ONU busca salvar los océanos del colapso

Los océanos albergan más de 250.000 especies, entre ellas diminutos plánctones, coloridos arrecifes de coral y la gigantesca ballena azul. Más de mil millones de personas dependen de los productos del mar como fuente principal de nutrición.

La comunidad internacional se reúne ahora en Niza, Francia, para debatir soluciones que permitan proteger mejor las aguas oceánicas del planeta, cada vez más vulnerables y explotadas. Pero ¿cuáles son las principales preocupaciones que aborda la Conferencia de la ONU sobre los Océanos?

Océanos más cálidos significan menos vida marina

A medida que el planeta se calienta, grandes extensiones de vida marina están en peligro. Con el aumento de las temperaturas, los corales pierden su color como respuesta al estrés, y estos hábitats vitales pueden morir. El blanqueamiento afecta al 84 % de los arrecifes del mundo.

Si la temperatura del océano aumenta 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, la mayoría de los arrecifes morirán.

"Con cualquier aumento superior a los 2 grados, la destrucción será inevitable", advierte Katja Matthes, directora del Centro GEOMAR Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel, Alemania.

El agua caliente también retiene menos oxígeno, lo que pone en peligro a muchas más especies. Nuevas investigaciones muestran que el calentamiento alcanza hasta los 2.000 metros de profundidad.

"Eso significa que plancton, peces y mamíferos marinos se quedan sin oxígeno. Ya vemos zonas muertas en el mar Báltico alemán donde prácticamente no puede existir vida", explica Matthes.

La sobrepesca agrava el deterioro de los ecosistemas

La pesca excesiva y no regulada también somete a los ecosistemas marinos a una presión insostenible. Según WWF, el número de poblaciones sobreexplotadas se ha triplicado en los últimos 50 años. Las especies no pueden recuperarse si se las pesca en exceso.

El problema es especialmente grave en el mar Mediterráneo, donde más de la mitad de las poblaciones de peces, como arenques, sardinas y anchoas, están sobreexplotadas.

"Eso afecta la cadena alimentaria de mamíferos marinos más grandes y, en consecuencia, a todo el ecosistema", dice Matthes.

El pescado es la principal fuente de proteína para más de mil millones de personas. Más de 600 millones de personas dependen del océano para su sustento, especialmente en China, Indonesia e India.

Más plástico que peces en el mar para 2050

Para 2050, el peso total de los peces podría ser superado por el de los residuos plásticos. Cada año, entre 8 y 10 millones de toneladas de plástico acaban en el océano, según el World Resources Institute, con sede en Washington D. C.

El plástico puede tardar siglos en descomponerse. Sus residuos persistentes y partículas de microplástico suponen un problema creciente para la vida marina.

Las temperaturas oceánicas afectan al clima global

Las corrientes oceánicas influyen directamente en los monzones de Asia y Sudamérica, así como en el clima templado de Europa.

La corriente del Golfo, parte de la Circulación de Retorno Meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), transporta agua cálida desde los trópicos hasta el Atlántico Norte. Esta corriente modera las temperaturas europeas y es crucial para el alto rendimiento agrícola del continente.

Según expertos, el calentamiento global podría alterar la AMOC. Hay señales de que la corriente del Golfo ya está desacelerándose. Sin ella, el norte de Europa sería entre 5 y 15 grados más frío, según la Agencia Federal del Medio Ambiente de Alemania (UBA).

Los océanos, "aliados contra el cambio climático"

En 2023 y 2024, las temperaturas superficiales del mar alcanzaron niveles récord, según Copernicus, el programa de observación terrestre de la Unión Europea. El agua se expande al calentarse, lo que contribuye a la subida del nivel del mar junto con el deshielo continental.

El mar se está calentando porque absorbe CO₂ y otros gases de efecto invernadero. Hasta ahora ha captado alrededor de un tercio de las emisiones provocadas por el ser humano.

"Sin esta capacidad de almacenamiento, la temperatura atmosférica sería ya insoportable", explicó el científico marino Carlos Duarte, de la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología, en Arabia Saudita.

¿Cómo se protege el océano actualmente?

Para hacer frente a estas amenazas, algunos países han creado áreas marinas protegidas. La más grande se encuentra frente a las costas de Hawái, en EE. UU.

Sin embargo, el grado de protección varía entre países. En general, se prohíben la pesca y la construcción de parques eólicos. Actualmente, menos del 9 por ciento de los océanos del mundo están protegidos —y la pesca solo está prohibida en el 3 por ciento de esas zonas.

¿Quién puede explotar los recursos oceánicos?

Cerca del 40 por ciento del océano está bajo jurisdicción nacional, es decir, dentro de un radio de 370 km desde la costa. Más allá de esa zona se extienden las aguas internacionales, consideradas patrimonio común de la humanidad.

Hasta ahora, solo el 1 por ciento de las aguas internacionales está protegido, ya que los países solo habían llegado a un acuerdo sobre la región de la Antártida.

Eso cambió en 2023, cuando 134 naciones firmaron el Convenio Internacional sobre las Altas Marismas, tras 15 años de negociaciones.

Pero el acuerdo solo será vinculante cuando al menos 60 países lo ratifiquen. Hasta la fecha, lo han hecho 49 —en su mayoría Estados pequeños, además de Francia y Bangladés. Alemania y Estados Unidos aún no lo han ratificado.

(gg/rml)DW