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Nuevo hallazgo, los dinosaurios tenían papadas

Se encontraron signos de inserción de tejido blando en sus caras. Es posible que su hocico fuera diferente a lo que se creía.

Información General07 de julio de 2025RedacciónRedacción

El hocico de los dinosaurios probablemente era diferente de lo que siempre hemos imaginado: algunas especies podrían haber tenido mejillas.

Esto se evidencia por la presencia en los huesos del cráneo de signos de inserción de un tejido blando, similar a un músculo o ligamento, ubicado justo entre el pómulo y la mandíbula.

Esta estructura anatómica, llamada exoparia, podría haber sido crucial para la masticación, sugiere un estudio publicado en el Journal of Anatomy por investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá).

Hasta ahora, los paleontólogos pudieron estudiar la anatomía de los dinosaurios a partir de restos óseos: para reconstruir la presencia de tejidos blandos y músculos, degradados por el tiempo y, por lo tanto, no conservados, se basan en una lógica de parentesco filogenético mediante la comparación con la anatomía de sus descendientes modernos, los cocodrilos y las aves.

Sin embargo, este método tiene sus limitaciones.

"¿Qué pasaría si los dinosaurios tuvieran músculos propios que no estaban presentes en los dinosaurios que dieron origen a las aves, o que las aves perdieron o adaptaron a algo diferente?", se preguntó Henry Sharpe, autor principal del estudio, al descubrir anomalías estructurales en el cráneo de un Edmontosaurio llamado Gary.

"Si este fuera el cráneo de un mamífero, diríamos que es un músculo de la mejilla, pero los reptiles no deberían tenerlo.

Eso nos hizo pensar: ¿y si hay algo aquí que contradice el modelo actual de los músculos de los dinosaurios?", relató.

Para comprender mejor esta característica anatómica, Sharpe y sus colaboradores examinaron la misma zona del cráneo en otras especies de dinosaurios y encontraron la misma estructura en todos los especímenes.

"Siempre estaba en el mismo lugar, lo que nos indicó con bastante precisión que se trataba de un músculo o un ligamento", sostuvo el experto.

Para confirmar esta hipótesis, analizaron secciones delgadas de hueso con microscopía de luz polarizada, identificando las marcas dejadas por las fibras de colágeno que anclaban el tejido blando de la mejilla.ANSA

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