Trump espera y oculta a aviones de guerra en Qatar

Donald Trump sigue con la mira puesta en Irán, convocando de nuevo al Consejo de Seguridad Nacional (esta vez en el Despacho Oval, no en la Sala de Situación), el mismo día en que la diplomacia del Viejo Continente intenta la última mediación con Teherán, en Ginebra, y en la ONU se escenifica el duelo entre Israel e Irán.

Una iniciativa, la europea, coordinada con Washington. En particular, a través del secretario de Estado, Marco Rubio, quien en vísperas de la reunión conversó con el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, y se reunió en Washington, junto con el enviado Steve Witkoff, con su colega británico, David Lammy. Fue este último quien relanzó la posibilidad de una "ventana de dos semanas para alcanzar una solución diplomática", utilizando el plazo indicado por la Casa Blanca como escudo para la decisión de Trump de atacar o no a Irán.

Pero el periódico The New York Times ha recordado cómo "dos semanas" es una especie de "número mágico" para el magnate, quien ha usado la misma unidad de tiempo en varias ocasiones: desde los aranceles hasta TikTok, desde la ley de presupuesto hasta la prueba definitiva de la fiabilidad de Vladimir Putin. Puede significar "todo y nada", escribe el periódico: "no es una unidad de tiempo objetiva, sino subjetiva. Está completamente desligada de cualquier sentido cronológico. Simplemente, significa 'más tarde'. Pero 'más tarde' también puede significar 'nunca'".
    Esta vez, sin embargo, las dos semanas podrían ajustarse más a las circunstancias. Por un lado, para mantener abierta la mesa de negociaciones con Irán y evitar una guerra con consecuencias impredecibles para todos, empezando para Estados Unidos, donde aún se cierne el espectro de Irak.

El objetivo, sin embargo, es eliminar el potencial atómico de Irán, como insinuó el presidente una vez más al publicar el comentario del presentador de Fox News, Sean Hannity, según el cual "la planta nuclear de Fordow desaparecerá de una forma u otra". Por otro lado, para ver qué puede hacer Israel por sí solo en este periodo, tras el cual corre el riesgo de quedarse sin misiles interceptores: sin suministros estadounidenses urgentes, según algunos expertos, solo podrá mantener su postura defensiva durante otros 10-12 días.

Mientras tanto, como muestran diversas imágenes satelitales, decenas de aviones de guerra estadounidenses han desaparecido de la base aérea de Al Udeid, en las afueras de Doha, Qatar, sede avanzada del Comando Central del Ejército de Estados Unidos. Normalmente, la base está repleta de aviones de transporte, cazas y drones.

Los buques de la base de la Quinta Flota de la Armada estadounidense en Baréin también fueron retirados. Al parecer, esta medida busca garantizar que los aviones y buques de combate no sean destruidos en caso de un ataque, en una región donde Estados Unidos cuenta con 40.000 soldados.

La evolución de la situación se analizó en la reunión del equipo de seguridad de la Casa Blanca, que duró dos horas. Al mismo tiempo, el conflicto entre Israel e Irán se desarrollaba en el Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que el director del AIEA (la Agencia Internacional de Energía Atómica), Rafael Grossi, advertía sobre los riesgos de fugas radiactivas o incluso de un desastre nuclear si la planta de Bushehr era atacada.

Y apoyó la vía diplomática, asegurando que la agencia de la ONU "puede garantizar, mediante un sistema de inspecciones irrefutables, que Teherán no desarrolle armas nucleares". El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamamiento a todas las partes para que "dieran una oportunidad a la paz", pero los representantes de los dos países contendientes solo intercambiaron fuertes acusaciones mutuas.
 

Rusia y China se han alineado contra Israel, Estados Unidos contra Teherán, pero reabrieron la ventana de negociación: "No es demasiado tarde para que Irán haga lo correcto.

El presidente Donald Trump ha sido claro en los últimos días al afirmar que los líderes de Teherán deben abandonar por completo el programa de enriquecimiento nuclear y cualquier aspiración de adquirir un arma nuclear", advirtió la embajadora interina de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea.

"Improbable que los europeos puedan ayudar"

"Estamos hablando con Irán", "Irán no quiere hablar con Europa" y "es improbable que los europeos puedan ayudar a poner fin a la guerra entre Irán e Israel", declaró Donald Trump a la prensa. El presidente estadounidense acotó que "es difícil pedirle a Israel que detenga los ataques en Irán". 

"Dos semanas es el plazo máximo para tomar una decisión sobre Irán", acotó que cree que Teherán "está a semanas o meses de tener una bomba nuclear" y afirmó que la jefa de inteligencia estadounidense, Tulsi Gabbard, está "equivocada" sobre la información de inteligencia sobre la proximidad de Teherán a un arma atómica. "Irán no está construyendo un arma nuclear", dijo la mujer en un reporte de inteligencia que Trump rechazó. 

"Lo último que deberíamos hacer es enviar tropas terrestres" a Irán, dijo Donald Trump a los periodistas en Nueva Jersey. ANSA