6 de cada 10 trabajadores sufren estrés crónico en Argentina
En Argentina, el 65% de los empleados afirma haber sido afectado por el síndrome de burnout. Ansiedad, burnout y depresión: los nuevos desafíos de las empresas para cuidar a sus equipos.
Cada 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, y si bien tradicionalmente se enfoca en la prevención de riesgos físicos, hoy el eje se amplía: la salud mental se posiciona como un pilar clave en la construcción de entornos laborales sostenibles, seguros y productivos.
Según la investigación “Navegando la Revolución de la IA y la Transformación del Futuro del Trabajo” de Adecco, el 65% de los empleados dicen haber sido afectados por el síndrome de burnout. Esta cifra pone en evidencia una problemática silenciosa pero creciente, que impacta directamente en la productividad, la creatividad, el compromiso y, sobre todo, en el bienestar de las personas.
Entre las principales razones que desencadenan este fenómeno podemos destacar:
- Trabajar en exceso (44%)
- Falta de apoyo por parte de los líderes (43%)
- Asumir responsabilidad y trabajo extra tras despidos o renuncias (42%).
- Los nuevos síntomas del desgaste laboral
Además del síndrome de burnout —caracterizado por agotamiento físico y mental, falta de energía y cinismo hacia el trabajo—, los trastornos más comunes que afectan a los equipos incluyen ansiedad, depresión, trastornos del sueño y cuadros de irritabilidad. Pero también se detectan altos niveles de estrés y adicción al trabajo, con personas que no logran equilibrar su vida laboral y personal.
Julián Blausztein, HRBP Manager de Cultura y Desarrollo de Adecco Argentina, destaca:
“Uno de los síntomas del burnout es la dificultad para frenar, almorzar o hacer pausas necesarias. Esto no solo afecta la salud, sino también la capacidad creativa en ciertos roles”.
¿Qué necesitan los equipos hoy?
Para Blausztein, el gran cambio cultural está en dejar de medir el rendimiento con criterios rígidos —como la presencialidad— y comenzar a construir confianza:
“Cuando los valores de una organización se viven de forma genuina, el bienestar se potencia. Por eso trabajamos hace años en propuestas de wellness, con foco en la flexibilidad sin resignar productividad”.
Desde Adecco Argentina señalan tres claves que marcan la diferencia:
Flexibilidad con propósito: la flexibilidad y el home office son hoy una de las claves para fidelizar talento. Pero no alcanza con eso: construir un clima laboral sano también es esencial.
Cultura del cuidado: más allá de beneficios puntuales, lo que más valora la gente es sentirse contenida. Que puedan compartir una necesidad personal habla de un entorno de trabajo saludable.
Programas de bienestar integrales: las nuevas tendencias en beneficios tienen que ver con programas de bienestar integrales: salud mental, apoyo emocional y económico, flexibilidad y cuidado del medioambiente, algo que las nuevas generaciones valoran especialmente. Medir el bienestar no es solo hacer una encuesta. Es observar cómo conviven las personas, cómo es su paso por la organización, y qué ajustes se pueden hacer para mejorar la experiencia laboral.
La urgencia de una acción concreta
Hablar de salud mental es necesario, pero no suficiente. El gran desafío es transformar las estructuras para que el cuidado emocional no dependa solo del individuo, sino que esté garantizado por la organización.
En este Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el llamado es claro: la salud mental es tan prioritaria como cualquier otro indicador de negocio. Y su abordaje ya no puede esperar.
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