Cuando pase el temblor
"Hay una grieta, en mi corazón Un planeta con desilusión", dice Cerati en la canción del título. Describe una sensación de angustia y desesperación. Así estamos. Pero, cuando pase el temblor, no cometamos el error de olvidarlo.
"Hay una grieta, en mi corazón
Un planeta con desilusión", dice Cerati en la canción del título. Describe una sensación de angustia y desesperación. Así estamos.
Pero, cuando pase el temblor, no cometamos el error de olvidarlo. Cuando pase el temblor, recordemos.
A los dirigentes gremiales que no reaccionaron ante el desastre. A los empresarios que aprovecharon para aumentar exageradamente sus ganancias. A los responsables de haber mandado a apalear (y a los que apalearon) a jubilados, médicos, maestros, estudiantes...
A los dirigentes políticos que no estuvieron a la altura y a los que vendieron votos, cargos y convicciones en provecho propio.
Y, sobre todo, recordemos a los que deshonraron a su profesión para sostener con mentiras y operaciones mediáticas una situación que nunca ignoraron. Fueron (son) el soporte imprescindible para desinformar a una población demasiado aturdida como para reaccionar. Fueron (son) cómplices en la difusión de datos falsos y estadísticas amañados para disimular la realidad. Algunos están en las fotos de este posteo. No son todos.
Pero, cuando pase el temblor, recordemos sus caras.
Di Lullo es un reconocido periodista tucumano
Te puede interesar
El pan que no alcanza: ¿Corrupción o algo más?
Desde hace más de 50 años, los precios suben y la pobreza se incrementa. Cambian los gobiernos y solamente se beneficia el poder económico.
Milei, Caputo y la joda de los 400 palos
‘Loco Mía’ festejan como desaforados haber zafado del descenso, esta vez sin abanico.
El préstamo del FMI, la humillación diaria y ‘ese oscuro objeto del deseo’
Del FMI y su maldito programa a 48 meses sabemos poco, pero sí notamos algo importante: será un préstamo circular.
Caputo, Sturzenegger y Caputo abren las ventanas mientras se viene el tsunami
Virtuosos del error, lo hacen, lo repiten, lo comunican eufóricos y para colmo, se hacen los graciosos.