Ataque israelí impacta en una iglesia en Gaza, tres muertos y el párroco argentino herido

A los ojos del mundo, Israel ha cruzado otra línea roja.

La iglesia de la Sagrada Familia, la única católica en la Franja de Gaza que se convirtió en refugio para los desplazados que huían de la guerra, fue alcanzada por un proyectil de las Fuerzas de Defensa israelí (FDI) poco después de la misa matutina: tres personas murieron y otras nueve resultaron heridas, de las cuales una está en estado crítico y dos en estado grave.

También resultó levemente herido en una pierna el párroco, el padre argentino Gabriel Romanelli, a quien el papa Francisco llamaba casi todos los días después del 7 de octubre para tener noticias de la pequeña comunidad cristiana en el enclave palestino y asegurar su cercanía.

Inmediatamente informado del suceso, el Papa León XIV también quiso hacer oír su voz y su dolor, renovando "su llamado a un cese al fuego inmediato" y expresando nuevamente "su profunda esperanza de diálogo, reconciliación y paz duradera".

De acuerdo con fuentes cercanas al Patriarcado de Jerusalén, Israel se justificó diciendo que se trataba de un "error de tiro".

El ejército informó luego que quiere profundizar en "las circunstancias del incidente".

"Israel nunca ataca iglesias o sitios religiosos y lamenta cualquier daño a un sitio religioso o a civiles no involucrados", declaró el ministerio de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, estas palabras no bastan para frenar la indignación de la comunidad internacional, en la que crece la intolerancia por las demasiadas víctimas civiles causadas por la guerra de Benjamin Netanyahu contra Hamás.

"Los ataques israelíes en Gaza también afectan a la iglesia de la Sagrada Familia", declaró la premier italiana, Giorgia Meloni, calificando de "inaceptables" los ataques que Israel lleva a cabo desde hace "meses" contra la población civil.

"Ninguna acción militar puede justificar tal actitud", comentó la primera ministra.

"Un acto grave contra un lugar de culto cristiano", dijo también el canciller Antonio Tajani, quien luego habló por teléfono con el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Sa'ar, pidiéndole "que se aclare la responsabilidad del ataque" a la parroquia.

París condenó el hecho pidiendo que se ponga fin a "la masacre en Gaza" y considera "inadmisible" el ataque a la iglesia, "lugar bajo la protección histórica de Francia" en virtud de un acuerdo que data de principios del siglo pasado.

Las imágenes de la Sagrada Familia muestran la iglesia dañada y ennegrecida en la parte superior de la fachada, cerca de la cruz que quedó intacta.

En el ataque fallecieron el portero de la parroquia, Saad Issa Kostandi Salameh, de 60 años, y dos mujeres: Foumia Issa Latif Ayyad, una anciana de 84 años que se encontraba en una carpa de Caritas destinada a brindar apoyo psicológico a la población, y Najwa Abu Dawud, que murió horas después a causa de las heridas sufridas.

El Patriarcado Latino de Jerusalén, presidido por el cardenal Pierbattista Pizzaballa, condenó el ataque contra civiles inocentes y un lugar sagrado.

"Sin embargo -enfatizó- esta tragedia no es mayor ni más terrible que muchas otras que han azotado Gaza.

Muchos más civiles inocentes resultaron heridos, desplazados y asesinados"

"Muerte, sufrimiento y destrucción están por todas partes", declaró el Patriarcado en un comunicado, tras reportarse 94 víctimas más en la Franja en las últimas 24 horas. "Llegó el momento de que los líderes alcen la voz y hagan todo lo necesario para detener esta tragedia humana y moralmente injustificable", es el emotivo llamamiento del Patriarcado tras 21 meses de guerra y más de 58.000 muertes.

Más tarde, desde Washington, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que durante las conversaciones entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu para abordar los bombardeos que también afectaron a Gaza, el primer ministro israelí acordó emitir un comunicado sobre el incidente de la iglesia, explicando que había sido un "error".ANSA