¡Ayuda! Soy mujer y necesito dormir más que un hombre
Ya sea por hormonas o por presiones familiares y sociales, muchas mujeres sienten que necesitan dormir más de las ocho horas promedio. La ciencia las respalda.
El sueño suele considerarse una necesidad humana universal. Sin embargo, las investigaciones sugieren que las mujeres no solo duermen de forma diferente a los hombres, sino que también necesitan dormir más.
DW habló con mujeres de diversas regiones del mundo. Todas ellas compartieron historias sobre la necesidad de descansar más de lo que lo hacían, y nos contaron las consecuencias que sufrían cuando se enfrentaban a lo que se conoce como "déficit de sueño".
Por ejemplo, Sana Akhand, que dirigía un departamento de Recursos Humanos en la industria tecnológica de Nueva York cuando se topó con un muro de agotamiento. Se dio cuenta de que estaba afectando a su salud mental y se sintió obligada a dejar el trabajo. "Solía servirme una copa de vino y desplomarme delante del televisor todas las noches", relata a DW. "Estaba agotada. No me quedaban fuerzas".
Hoy en día, el sueño es fundamental para el bienestar de Akhand. Es una de las razones por las que decidió no tener hijos. Se acuesta a las diez de la noche y duerme nueve horas cada noche, algo que, según ella, no es negociable. "Me levanto sobre las ocho de la mañana. Es lo que mi cuerpo necesita".
Lo que dice la ciencia sobre el sexo biológico y el sueño
En promedio, las mujeres duermen entre 11 y 13 minutos más que los hombres cada noche. Algunos estudios sugieren que pueden necesitar hasta 20 minutos adicionales para soportar funciones diurnas complejas, como la multitarea, la regulación emocional o el equilibrio hormonal y el ciclo menstrual.
Durante la primera mitad del ciclo menstrual, la fase folicular, el aumento de los niveles de estrógeno mejora la calidad del sueño y aumenta el sueño REM, la fase relacionada con los sueños, la memoria y el procesamiento emocional.
En cambio, durante la segunda mitad del ciclo del sueño, la fase lútea, el aumento de los niveles de progesterona puede hacer que las mujeres se sientan somnolientas y, paradójicamente, provocar un empeoramiento del sueño, con más despertares nocturnos y hasta un 27 por ciento menos de sueño profundo.
Shantani Moore, entrenadora de inteligencia corporal en Los Ángeles, comenta a DW que ella planifica su horario diurno en función de su ciclo menstrual y sus patrones de sueño. "Es algo en lo que he trabajado conscientemente", dice a DW Moore. "Cuando no duermo lo suficiente, se produce una combinación tóxica entre sentirme nerviosa y cansada. Luego viene la confusión mental, la toma de decisiones erróneas, responder mal a tu pareja, decir que sí a cosas que no deberías... Todo se suma".
Dormir, familia, trabajo, tareas domésticas, dormir
Más allá de la biología, los factores sociales y estructurales también pueden afectar a cómo duermen las mujeres.
Para Sabrina, que vive en Karachi, Pakistán, y cuyo nombre hemos cambiado, las exigencias de la vida cotidiana son una de las principales causas de su agotamiento. Sabrina explica a DW que, normalmente, solo duerme entre seis y siete horas por noche, y que eso no es suficiente. "Para sentirme descansada y mantener la mente fresca durante toda la semana, necesito 12 horas. Es más que la media de ocho", afirma Sabrina.
Cuando no consigue dormir 12 horas, Sabrina intenta recuperar el sueño perdido con siestas cortas, que a veces se alargan hasta convertirse en horas. "Una siesta de 30 minutos puede convertirse en cuatro horas". Dice que no es solo el trabajo lo que la cansa, sino también el constante esfuerzo mental y doméstico.
"Por la mañana, plancho la ropa, preparo el desayuno y luego el almuerzo, limpio la casa y preparo la cena. Y cuando estoy demasiado agotada para hacerlo, empiezo a castigarme mentalmente. Me siento perezosa, aunque solo sea algo que lleva diez minutos", explica Sabrina. Los fines de semana, cuando visita a su familia, duerme entre 12 y 13 horas seguidas, sin interrupciones.
Carga sistemática, más que anecdótica
Clara Paula, una profesional autónoma de Berlín, parece haber encontrado la solución en el trabajo por cuenta propia. Según explica a DW, como tiene un horario flexible, puede dormir más cuando lo necesita.
"Ahora duermo siete, ocho e incluso nueve horas", afirma Clara. "Nadie me obliga a sentarme delante de la computadora. Empiezo más tarde, hago descansos y termino antes". Pero no se trata solo de las horas, es decir, de la cantidad de sueño, sino también de la calidad. Las investigaciones sugieren que las mujeres necesitan un sueño más profundo debido a su fisiología.
"Con esto nos referimos a más fase N3, la fase más profunda del sueño no REM, y a menudo también a más sueño REM", explica a DW Julio Fernández-Mendoza, psicólogo del sueño e investigador clínico de Penn State Health, EE. UU. Incluso en estudios de laboratorio estrictamente controlados, en los que se monitoriza a hombres y mujeres sanos sin estrés ni déficit de sueño, las mujeres duermen de forma sistemática más tiempo y más profundamente.
"Tiene sentido que, cuando un cuerpo está diseñado para crear vida, tenga que estar protegido. Una mujer tiene que ser capaz de dormir y funcionar incluso mientras lleva dentro a otro ser humano", explica Fernández-Mendoza. Sin embargo, las mujeres refieren síntomas de insomnio con el doble de frecuencia que los hombres. "Esto comienza ya en la pubertad", explica Fernández-Mendoza. "Alrededor de los 11 o 12 años, las niñas comienzan a referir más problemas para dormir que los niños, y esa tendencia continúa en la edad adulta".
¿Ayuda dormir hasta tarde los fines de semana? Sí y no
"Dormir hasta tarde puede ayudarte a sentirte más alerta, ya que has recuperado el sueño perdido", prosigue Fernández-Mendoza. Pero eso no significa que tu cuerpo se haya recuperado por completo.
"Puede aliviar la somnolencia, pero es posible que no revierta los efectos acumulados sobre la salud", añade. Los estudios demuestran que las funciones cognitivas, como la atención y el tiempo de reacción, tardan mucho más en recuperarse.
(ms/cp) - DW
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