La mayoría del plástico no se recicla y acaba en la basura
Menos del 10% del plástico que se produce es reciclado. Para algunos expertos es el momento de repensar el reciclaje.
Existe la creencia de que el mundo no es capaz de reciclar lo suficiente para combatir la crisis de contaminación por plásticos; las estadísticas refuerzan esa afirmación. Hasta la fecha, menos de una décima parte de todo el plástico producido en el planeta ha recibido una nueva vida. Y apenas el 1% ha sido reciclado dos veces.
El resto termina en vertederos e incineradoras; o en el medio ambiente, contaminando el suelo, el aire y los océanos. Estos últimos reciben en sus aguas aproximadamente cada minuto el equivalente a un camión de basura lleno de plástico.
"Que algo sea reciclable no significa que se esté reciclando", dijo Moritz Jäger-Roschko, experto en plásticos de Greenpeace Alemania. "Actualmente, simplemente es más barato fabricar un nuevo producto de plástico que recolectarlo y reciclarlo."
No todos los plásticos son iguales
El tipo de plástico es uno de los grandes retos para su reutilización. De los miles de tipos que existen, algunos son difíciles de manejar, como los polímeros reticulados.
"El reciclaje no funciona realmente en el sentido mecánico porque no se pueden separar y devolver a su estado original", explicó Marc Kreutzbruck, director del Instituto de Ingeniería de Plásticos de la Universidad de Stuttgart.
Pero al ser robustos, duraderos y resistentes al calor, son precisamente el tipo de plásticos utilizados en la industria aeroespacial, electrónica y automotriz.
"Todo lo relacionado con el transporte que se enfoca en la construcción ligera depende de este tipo de plásticos", añadió Kreutzbruck.
El peligro de aditivos químicos
Otro desafío al que se enfrenta el reciclaje es que los plásticos suelen estar formulados con aditivos que los hacen más flexibles, resistentes o económicos de producir.
Sarah Perreard, codirectora de la coalición global Plastic Footprint Network, señaló que en la última década "han aumentado drásticamente" el número de aditivos inventados y en uso, hasta el punto que "hemos creado una especie de monstruo del cual dejamos de tener un control total".
Los problemas son igual de complejos que los propios plásticos. Principalmente, muchos de los aditivos son peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. Los aditivos pueden lixiviarse del plástico, liberando químicos dañinos durante el reciclaje o incluso al utilizar productos reciclados. Además, los flujos de reciclaje contaminados con aditivos peligrosos pueden ser clasificados como residuos tóxicos por las agencias reguladoras, lo que complica o hasta puede prohibirse su reutilización.
Asimismo, cuando se reciclan juntos, los aditivos pueden mezclarse de forma impredecible y degradar la calidad del material final, y esto resulta en un producto poco atractivo para los fabricantes.
Otros tipos de plásticos —como el PET, utilizados en botellas de bebidas, y el HDPE en recipientes de detergentes— son más fáciles de reciclar porque los materiales que los componen son sencillos de identificar. Sin embargo, a menudo también se desechan.
"Si un producto es técnicamente reciclable pero se comercializa en uno de los muchos lugares donde no existe infraestructura para reciclarlo, entonces no se reciclará. Ni siquiera será gestionado adecuadamente", dijo Perreard.
Y no podemos dejar de lado el embalaje compuesto —como las bolsas de chips o cápsulas de café— que están compuestos de una combinación de plástico y aluminio, o papel. Son casi imposibles de separar, y la mayoría de las plantas de reciclaje no pueden procesarlos.
En busca de soluciones
Los expertos dicen que es fundamental replantear la forma en que se reciclan los plásticos, y algunos ya están encontrando nuevas formas de convertir hasta los residuos más difíciles de reciclar en algo útil.
Veena Sahajwalla, científica de materiales en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney, contradice la idea de que cada producto debe reciclarse a su forma original.
"Nuestra historia comienza cuando nos preguntamos a qué se refieren las personas cuando dicen que algo no es reciclable. ¿Y si podemos remanufacturar por completo diferentes productos con esos materiales?".
Sahajwalla está desarrollando ‘microfábricas’ que transforman residuos plásticos mixtos, como los plásticos de desechos electrónicos —que normalmente son difíciles de reciclar— en materiales de alto valor.
"Producimos filamentos plásticos hechos 100 % de materiales reciclados a partir de todos los plásticos difíciles que se encuentran en equipos como impresoras. Y estos filamentos reciclados se introducen en una impresora 3D", explicó.
La idea es utilizar este nuevo material valioso para remanufacturas — directamente en el lugar de origen.
"Por ejemplo, nuestra microfábrica está ubicada en el almacén donde nuestro socio industrial ahora toma ese plástico y produce estos filamentos, en el mismo almacén de Sídney."
De esta forma, una pieza necesaria para reparar una computadora o impresora, por ejemplo, puede ser creada directamente en impresoras 3D a partir de plástico reciclado.
"Así que no digamos que el problema está en la materia prima. Hablemos de cómo podemos diseñar y rediseñar nuestros procesos de fabricación", dijo Sahajwalla.
El papel de la política
Para el experto en plásticos de Greenpeace, Jäger-Roschko, el reciclaje por sí solo no resolverá la crisis si no se reduce la producción. Para que eso ocurra, la política también importa y lo que realmente se necesita, dicen los expertos, es una regulación efectiva.
"Necesitamos reglas globales que se apliquen a todos los países", afirmó Perreard. "Incluso las empresas quieren estas reglas."
Una ronda de negociaciones del Tratado de Plásticos de la ONU ofrece una oportunidad histórica para abordar los problemas de contaminación y reciclaje de plásticos. Greenpeace está pidiendo que la producción de plásticos se reduzca en un 75% para el 2040, según Jäger-Roschko.
Aun así, la industria de los combustibles fósiles, que proporciona el petróleo y el gas del que se deriva el plástico, se mantiene firme.
"Los países que producen petróleo no están a favor de un tratado fuerte porque vemos que con el cambio hacia energías renovables, gran parte del petróleo se reducirá con el tiempo, y el plástico es una excelente salida para los países productores de petróleo", dijo Perreard.
Ella aboga por políticas que responsabilicen a las empresas por el ciclo de vida completo de sus envases.
Después de todo, dicen los expertos, estas grandes empresas ayudaron a crear la crisis del plástico, y tienen la responsabilidad de rediseñar los envases, reducir el uso de plásticos de un solo uso e invertir en sistemas reales para su reutilización.
Anne-Sophie Brändlin - DW
Te puede interesar
La ayuda para la crisis alimentaria en Gaza es insuficiente
La catástrofe humanitaria continua en Gaza a pesar de la ayuda aérea por paracaídas. La presión aumenta para que Israel reabra los cruces terrestres y se permita más ayuda.
Israel decidido a ocupar todo Gaza
"La decisión ya se tomó. Hamás no liberará más rehenes sin una rendición total. Si no actuamos ahora, los rehenes morirán de hambre", dijo una fuente de la oficina del premier israelí.
"Estamos con los jóvenes de Gaza y Kiev", afirma el Papa frente a una multitud
Más de un millón de personas en el cierre del Jubileo de la Juventud. Misa en la periferia de Roma y un mensaje enfático de León XIV: "Un mundo de paz es posible".
Para el Vaticano, "reconocer a Palestina no es prematuro"
Anuncio frances sobre reconocimiento transformó toda la cuestión.