Gustavo Petro: «No nos asustan con la invasión»

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reafirmó el pasado sábado la dignidad de la nación frente a las amenazas de agresión imperialista por parte de los Estados Unidos. Al liderar la conmemoración por los 97 años de la Masacre de las Bananeras en Ciénaga, Magdalena, actividad que unió a una reflexión acerca del rol del Estado, el mandatario sudamericano recordó la historia y extendió una invitación a salvaguardar los derechos laborales en Colombia.

El jefe de gobierno hizo hincapié en que las enseñanzas del asesinato de los trabajadores el 6 de diciembre de 1928 siguen vigentes hoy y recordó a las víctimas. Uno de sus discursos más enfáticos se enfocó en la función que desempeña la Fuerza Pública, ya que reiteró lo que expresó cuando fue a Nueva York para participar en la asamblea general de las Naciones Unidas: “Las fuerzas militares solo obedecen al presidente mientras se respete la Constitución; cuando una orden va contra la Constitución o contra la humanidad, ningún militar debe obedecerla”, dijo Petro, enlazando situaciones presentes con eventos históricos.

El presidente señaló que los retos geopolíticos actuales son parecidos a la presión que Estados Unidos hizo antes de la matanza de 1928. “Parece que fueran los mismos momentos”, afirmó, garantizando que hoy en día, a diferencia de antes, el Gobierno está «del lado de los trabajadores».

Asimismo, rememoró que la Masacre de las Bananeras tuvo lugar después de que se amenazara con una intervención extranjera si el gobierno colombiano respaldaba a los trabajadores bananeros en huelga. En respuesta a esto, declaró: “Hoy el presidente de Colombia no es Abadía Méndez; hoy el presidente está del lado de quienes trabajan”.

Por otra parte, el jefe del Estado subrayó la aprobación de la reforma laboral como un éxito fundamental y pidió que se asegurara su aplicación en todo el país. Además, solicitó que los sindicatos bananeros participaran en el proceso para garantizar que la norma “no se quede en letra muerta” y pidió reforzar la inspección laboral con miles de trabajadores.

El presidente también recordó que, en los años 80 y 90, en el Urabá, los trabajadores de la industria bananera fueron víctimas de violencia, recordando que por lo menos 3.000 obreros fueron asesinados por grupos paramilitares, cuyos miembros continúan con vida. Subrayó que aún faltan la verdad, la reparación y la indemnización.

Petro subrayó en su mensaje a la juventud caribeña lo relevante que es conocer la historia para no volver a repetirla: “La memoria permite no repetir el error. Las canciones no deben hablar del traqueto, sino de las lunas que bañan al pueblo trabajador”.

La jornada terminó con una exhortación a proteger la vida y la dignidad laboral: “¿Vamos a regresar a la masacre o vamos a hacer realidad la reforma laboral? Que la memoria de quienes cayeron aquí nos una para que nunca más se ordene a los uniformados disparar contra el pueblo trabajador”.