“Catamarca y la riqueza que no vuelve: una historia que podemos cambiar”
Lo que necesitamos no es inventar nada nuevo. Necesitamos recuperar algo que ya estaba pensado: Distribución automática y no discrecional.
Quiero empezar con una imagen que todos conocemos: camiones, máquinas, campamentos… la minería moviéndose en nuestros cerros.
Ahora pregunto:
¿cuánto de esa riqueza vuelve realmente a las comunidades que viven allí?
La respuesta es incómoda.
Muy poco.
Tan poco, que en Catamarca seguimos teniendo rutas incompletas, escuelas técnicas sin equipamiento y municipios que no logran planificar su futuro.
Y acá aparece una historia casi olvidada.
El hecho que cambió el rumbo
En 1999, se vetó el proyecto del Fondo Compensador Minero.
Una ley sencilla, justa, lógica:
que la riqueza extraída en una provincia se reinvirtiera en esa misma provincia.
Ese veto no fue solo una decisión administrativa.
Fue una señal:
la riqueza del interior seguiría en manos del centro.
Veinticinco años después, seguimos pagando las consecuencias.
El presente: Catamarca, potencia minera… con bolsillos vacíos
Hoy Catamarca aporta litio, oro, cobre y tierras raras (estas no tributan)
Minerales que el mundo necesita para teléfonos, baterías, autos eléctricos.
Minerales que valen millones.
Pero Catamarca…
Catamarca recibe apenas una fracción de esa riqueza.
Los municipios mineros reciben todavía menos.
Y las comunidades siguen esperando caminos, energía, viviendas, oportunidades reales.
¿Cómo puede ser que una provincia rica en recursos siga pobre en resultados?
La propuesta: recuperar el espíritu del Fondo Compensador Minero
Lo que necesitamos no es inventar nada nuevo.
Necesitamos recuperar algo que ya estaba pensado:
Distribución automática y no discrecional.
Financiamiento directo para infraestructura estratégica.
Desarrollo de pymes y cooperativas locales.
Equilibrio territorial entre centro y periferia.
Autonomía financiera provincial.
En pocas palabras:
transformar riqueza mineral en riqueza social.
El punto clave: esto no es un debate técnico
Algunos dicen que es un problema fiscal.
Otros hablan de competitividad.
Pero no:
esta es una decisión política.
Política con mayúsculas.
Política para decidir si Catamarca seguirá siendo un enclave extractivo o un territorio que crece con sus propios recursos.
Si la minería crece y Argentina crece…
entonces Catamarca también debe crecer.
No hay federalismo posible sin justicia territorial.
La invitación a actuar
No estamos pidiendo un favor.
Estamos reclamando un derecho.
El mismo derecho que se negó en 1999 y que hoy, con más razones que nunca, debemos recuperar.
Catamarca tiene la riqueza.
Tiene la historia.
Tiene el futuro.
Lo que falta es que esa riqueza vuelva a nuestra gente.
Ese es el espíritu del Fondo Compensador Minero.
Y ese espíritu —si lo recuperamos— puede cambiar la historia.
Depende de nosotro
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