Europa luce dividida sobre Israel, pero avanzan hacia sanciones

En teoría -o bien las conclusiones del Consejo Europeo (CE)-. todo sigue siendo más o menos como se preveía en la víspera de la cumbre: una invitación a "continuar el debate sobre el seguimiento que debe darse" a las conclusiones del expediente sobre las violaciones de derechos humanos perpetradas por Israel en Gaza y Cisjordania.

Es decir, la opción menos agresiva, dadas las divisiones que persisten entre los 27.

Aun así, la novedad es que el presidente Antonio Costa, basándose en el debate celebrado en Justus Lipsius, encargó a la Alta Comisionada Kaja Kallas que "proponga posibles medidas" en el próximo Consejo de Asuntos Exteriores de julio.

 En resumen, va bien quedarse quieto, pero no inmóvil.

La gran mayoría que llevó a Kallas a iniciar la revisión del Consejo de Asociación con Israel (17 de 27 países, con una abstención) se mantiene prácticamente igual incluso en la mesa de los líderes, aunque no puede definirse como un bloque homogéneo.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, reiteró su postura con vehemencia: "En Gaza se vive una catastrófica situación de genocidio" y anunció que pediría a sus homólogos "que suspendan inmediatamente este acuerdo". Retórica, porque no existe el consenso necesario en el Consejo para proceder.

Y lo cierto es que la exasperación va en aumento entre los 17, especialmente entre algunos (Bélgica, Irlanda y Suecia, por ejemplo). Incluso entre los 9 países que no votaron a favor de la revisión (Alemania, Hungría, Italia, República Checa, Croacia, Chipre, Lituania, Grecia y Bulgaria), existen, sin embargo, posturas distintas: solo Budapest, por ahora, se opone a aplicar sanciones a los colonos violentos. Y de una distinción a otra, existe el riesgo de parálisis.

Por ello, Costa, al hacer uso de sus prerrogativas, pidió a Kallas que avance.

Luego se verá entonces qué soluciones se propondrán (no hacer nada también es una opción) y cómo se posicionarán las capitales en el Consejo.

Mientras tanto, los 27 reiteran su solicitud de un "alto el fuego inmediato en Gaza" y la liberación incondicional de todos los rehenes, lo que conllevará el cese permanente de las hostilidades; y también "deploran la terrible situación humanitaria en Gaza, el inaceptable número de víctimas civiles, y los niveles de hambre. Instan a Israel a levantar completamente el bloqueo contra la Franja". Kallas -por lo que se sabe- intentará ahora una nueva maniobra de presión sobre las autoridades israelíes para ver si puede obtener resultados, utilizando el debate sobre la revisión como acicate, que se considera en sí mismo una herramienta de presión.

El otro gran tema, como siempre, es Ucrania. El presidente Volodímir Zelenski se unió por videoconferencia a su regreso de Estrasburgo. Los líderes aprobaron las conclusiones de los 26, dada la continua oposición de Viktor Orbán a la cooperación.

Cuando se trata de Ucrania, si puede bloquear, bloquea (a menos que, selectivamente, obtenga algo a cambio). El último escollo se centra en la apertura del capítulo crucial de la negociación —el primero— en el proceso de adhesión de Kiev a la UE. Sobre todo porque ahora puede presumir de los resultados del cuestionable referéndum en el que el 95% de los húngaros se opusieron a la entrada de Ucrania.

Y nadie espera que el asunto se resuelva antes de las elecciones, previstas para la primavera de 2026. Por eso, tanto Ucrania como Moldavia están considerando manipular el procedimiento: las mesas técnicas de trabajo continuarán como si los capítulos ya se hubieran abierto y luego, cuando Budapest esté lista, podrán abrirse y cerrarse simultáneamente gracias a su voto. Y no se perderá tiempo.

En sus conclusiones a los 26 el Consejo Europeo insta a los Estados miembros a intensificar sus esfuerzos para responder a las urgentes necesidades militares y de defensa de Ucrania. Y "reitera su compromiso, también en el contexto del proceso de adhesión, de apoyar la reparación, la recuperación y la reconstrucción del país", a la espera, "con interés", de la Conferencia sobre Reconstrucción que se celebrará en Roma los días 10 y 11 de julio.

Finalmente, la UE se declara dispuesta a aumentar la presión sobre Moscú, incluso con un nuevo y sólido paquete de sanciones, que los embajadores examinarán mañana. Todo ello en consonancia con el lema de la UE: donde hay voluntad, se encuentra el camino. ANSA